Esta startup está haciendo carreteras sostenibles con asfalto reciclado

Carbon Crusher está construyendo carreteras con emisiones de carbono negativas a partir de asfalto reciclado y pegamento a base de plantas.

Una startup noruega está construyendo carreteras con emisiones de carbono negativas.

Carbon Crusher combina asfalto reciclado con pegamento a base de plantas para reparar el asfalto en lugar de usar betún tradicional, una forma viscosa de petróleo que tiene un impacto ambiental significativo e incluso continúa emitiendo contaminación del aire una vez que se coloca en la carretera.

Según la compañía, los más de 40 millones de millas de carreteras en todo el mundo emiten aproximadamente 400 millones de toneladas de CO2 por año tanto en la construcción como en el mantenimiento. Un estudio, publicado en 2019, informó que cada kilómetro de carretera producía alrededor de 65,8 kilogramos de CO2 equivalente.

Además de ser más sostenible que los métodos tradicionales, Carbon Crusher dice que su proceso es más rápido, más rentable e incluso secuestra carbono una vez implementado. La empresa también cree que las superficies de sus carreteras son más duraderas que otras.

“Estamos construyendo caminos que son parte de la solución a la crisis climática, no parte del problema”, dijo a Fast Company el cofundador de Carbon Crusher, Haakon Brunell. “Y también resulta ser una forma más económica y duradera de rehabilitar carreteras”.

Construir carreteras con emisiones de carbono negativas a partir de… Carreteras antiguas


Cuando una carretera necesita repavimentación, Carbon Crusher utiliza una máquina de servicio pesado para romper la capa superior dañada existente de la carretera. Una vez que este material se descompone lo suficiente, la compañía lo mezcla a través de la lignina, una clase de polímeros orgánicos complejos que forman el tejido de soporte dentro de las plantas. (Agrega fuerza, rigidez e impermeabilización a la pared celular de la planta).

La lignina, que es particularmente importante en la madera y la corteza de los árboles, es lo que permite que estos caminos repavimentados almacenen carbono de la misma manera que lo hace la vida vegetal. Además, la lignina es un subproducto común de la producción de papel, y la industria noruega con frecuencia la quema para obtener energía.

Así, las carreteras dañadas obtienen una extensión de su vida útil y se evitan los materiales de construcción vírgenes en la etapa inicial. Luego, el betún de alto impacto se cambia por lignina que elimina el carbono, que de lo contrario se quemaría y produciría CO2 adicional en la industria del papel. Es un ejemplo limpio, eficiente y sostenible de la economía circular en acción.

La tecnología de Carbon Crusher también se puede utilizar para reparar superficies de hormigón, siempre que no estén reforzadas con acero. En general, la industria de la construcción representa aproximadamente el 38 por ciento de las emisiones de CO2. Reparar y reutilizar lo que ya existe, desde superficies de carreteras hasta otros materiales y edificios completos, probablemente será la única forma de reducir suficientemente la huella de la industria.

“El mundo no necesita necesariamente nuevos caminos”, agrega Brunell. “Necesita mejores carreteras”.

Fuente: Live Kindly